La teoría económica estudia los mercados a través de un modelo que integra los tres elementos que conforman el mercado de un bien determinado: la demanda de los consumidores, la oferta de las empresas y el precio del bien o servicio.
Gráficamente se representa mediante la unión de las funciones de demanda y de oferta, que reflejan los intereses del conjunto de compradores y vendedores respecto al precio.
La situación de equilibrio cumple con las
expectativas de las dos partes que intercambian, y siempre que las condiciones
se mantengan iguales, no hay incentivos para cambiarla. Sin embargo, esto no significa que el equilibrio sea justo
desde un punto de vista social, porque aquellos consumidores que no puedan
pagar el precio de equilibrio se quedarán sin el bien o servicio de que se
trate, incluso si es de primera necesidad. Es decir, el mercado en equilibrio
cumple las expectativas medias del conjunto de la sociedad, pero no se puede
ignorar el hecho de que una parte,
mayor o menor, de esa sociedad no tiene acceso al mercado por no poder pagar el
precio, quedando excluidos del
mismo.