Paráfrasis.
Entre las ventajas del modelo están que al centrarse cada
división en un sólo producto o cliente, pueden conocer mejor las tendencias del
mercado y se adaptarán a él más rápidamente. Por otra parte, la independencia
de las divisiones disminuye y reparte el riesgo.
Pero también tiene algunos inconvenientes como que el sistema de
objetivos y control de resultados puede llevar a las divisiones a preocuparse
más de los resultados a corto plazo, olvidándose de desarrollar estrategias
nuevas e innovar. Otro problema surge cuando el negocio de unas divisiones
dependa de las otras, lo que podría alargar el mantenimiento de una división
que, de haber sido independiente, se habría clausurado.
Por otra parte, resulta que a medida que el entorno se vuelve
más dinámico e impredecible es más complicado establecer objetivos estables de
rendimiento. Finalmente, la ventaja concedida a los objetivos cuantitativos,
fundamentalmente económicos, y la presión de su control, hace que demasiadas
veces se olviden otro tipo de objetivos.
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